martes, 21 de febrero de 2012

Capilla del Monte: Hosteria Tercer Milenio, Diciembre 2011
















El último año ha sido un año de viajes. Nos hemos suscripto a una modalidad de descuento por cupones vía web: Lets Bonus, Click On, Pez urbano, Groupon, etc.
A Capilla del Monte fuímos por Click On. Por el valor de $250 para dos personas, dos noches y tres días, comenzado un viernes y terminado un domingo, con desayuno incluído y una merienda de bienvenida.

Al llegar nos dieron la habitación. La dueña es una persona muy simpática. Cuando le preguntamos por la merienda de bienvenida (eran las 18 hs), nos dijo que si no nos molestaba la dejábamos para el día siguiente porque sus hijos no estaban (no sabemos que implicaba esto). En un principio le dijimos que si, pero luego fuímos a decirle que en realidad la queríamos en ese momento (habíamos viajado 3 horas en un ómnibus desde la ciudad de Córdoba, lleno, sin aire acondicionado, con 36 grados, y teníamos hambre), así que nos la sirvió: malta (no tienen café) con leche (podíamos pedir té o mate cocido), pan casero integral, mermelada de zanahoria (muy rica) y manteca (la comida es natural, pero no tienen queso untable). Estuvo regular.

La Hostería: Calle Corrientes N° 471. Capilla del Monte.

Es una construcción que se nota tiene bastantes años. La primera impresión que tuve fue de alguien que no ha puesto ni un solo centavo en los últimos diez años sobre la propiedad, y lo confirmé esa misma noche cuando decidimos irnos a dormir.
Verán en las fototografías que la decoración es al estilo "místico" o "hippie", acorde con el misticismo que rodea a Capilla (por el tema ovni claro).
Yo creo que se podría hacer mucho con no tanto dinero, sólo con buena voluntar y buen gusto,
sobre todo.
Tiene un comedor, donde se desayuna y si lo pedís te preparan almuerzo o cena. Un estar con sillones. No tiene piscina. No tienen TV porque la onda es la naturaleza y la no contaminación ni auditiva, etc. Cabe aclarar que el viernes, el día que llegamos, nos recostamos a descansar temprano porque estábamos muertes por el viaje. A las 21 hs comenzaron a escucharse voces y risas en un tono bastante alto, y perduraron hasta las 3 de la madrugada (infiero porque creo que logré dormirme). Las voces y las carcajadas provenían de las dueñas de la Hosteria que no dudo que sean simpáticas pero que no tienen ni idea de lo que inplica: relajación, descanso, silencio. Pero si lo consignan en la página de la Hostería en internet: "Antes que nada quiero decirte que si lo que estás buscando es tranquilidad, descanso y muy buena onda, no te has equivocado en esta comunicación, todo eso es nuestra fortaleza". Desde ya les digo que ese día no conté con esto.
Lo positivo: el patio, con muchas plantas, una vid, y sillas para relajarse y descansar.

La Habitación:
Nos dieron (apenas llegamos) una habitación con vista al patio. Con una ventana que da al patio también.
La habitación posee una cama de dos plazas, una silla, una mesa de luz, un armario pequeño para guardar la ropa (de dudosa limpieza). Un baño.
Cuando nos dispusimos a descansar nos dimos cuenta que el colchón estaba super vencido. Mi marido durmió en el piso y yo en la cama. Era imposible dormir. No sé ni como describírselos!!.

Al día siguiente en el desayuno pedimos que nos cambiaran de habitación o el colchón en su defecto. Nos contestaron que no tenían ninguna de las dos opciones.
Al poco rato le informaron a mi marido que nos ofrecían el único departamento que tenían en la planta alta, con varias camas y una habitación para matrimonio, heladera, anafe. Le dijimos que sí. Las fotos son de esta última.
El colchón estaba mucho mejor, pero también se le nota la antiguedad.
La ventana tiene una cortina super transparente, así que ingresa todo el sol de la tarde, lo que solucioné tapándola con una colcha!!.
Tiene ventilador. No aire acondicionado.
La heladera no enfria casi nada. Un chasco. Rescato: que buscaron una solución para ofrecerme.

Varios:

El segundo día intenté darme una ducha, al regresar del río, para después ir a pasear por el centro: no pude hacerlo porque no había agua!!!. Al preguntar nos dijeron que el tanque se había vaciado y debíamos esperar un rato a que se llenara. Terminé lavándome con el agua del grifo de la piletita del baño.

Respecto del paisaje:
Balneario La Toma: cuando fuímos había una sola pileta con agua.
Balneario El Paraíso: una belleza. Lo que más me gustó de Capilla. Lo recomiendo.
Respecto de la ciudad:
Tiene un centro muy bueno, varios restaurant para elegir que comer, y buenos precios: un bife con papas fritas y una gaseosa $35. Varios negocios de regionales para elegir y regalar.

En resumen: no recomiendo la Hostería Tercer Milenio. No volvería a ir. Aconsejo a los dueños: inviertan primero en colchones nuevos, segundo en reemplazar artefactos antiguos que ya no funcionan, redecoren los ambientes (con un poco de imaginación y amor se puede hacer a bajo costo). No es un lugar en donde uno se sienta bien, un lugar para disfrutar. Y no se trata de invertir demasiado dinero (salvo en algo tan fundamental como los colchones) ni de comodidades extremas o superfluas: se trata de hacer los ambientes bellos a la vista, que inviten a volver.

Fotos en orden de aparición:

1) Yo en el Belneario El Paraíso.
2) La habitación matrimonial en el Departamento de la Hosteria Tercer Milenio.
3) Pasillo de acceso al Dpto.
4 y 5) escalera de acceso al depto.
6) Estar de la Hostería.
7) Patio de la Hosteria.
8 y 9) Habitaciones en planta baja con vista al patio.
10 y 11) Patio.
12) Comedor de la Hostería.
13-14 y 15) Balneario El paraíso.
16) Hostería Tercer Milenio: fachada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Te relato mi viaje y dices: